El colesterol elevado en sangre es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Los estudios demuestran que al reducir el colesterol en sangre se reduce considerablemente el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia grasa (un lípido) presente en todas las células del organismo. El hígado elabora todo el colesterol que el organismo necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. Cuando comemos alimentos de origen animal, tal como carne, huevos y productos lácteos, introducimos colesterol adicional en el organismo. Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, la causa principal de este aumento es, en realidad, la grasa saturada. La materia grasa de los lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos alimentos ricos en grasa saturada.
Los niveles de colesterol en sangre, que indican la cantidad de lípidos o grasas presentes en la sangre, se expresan en miligramos por decilitro (mg/dl). En general, se recomienda un nivel de colesterol inferior a los 200 mg/dl. Entre los 200 mg/dl y los 239 mg/dl, el nivel de colesterol se considera elevado o limítrofe y es aconsejable reducirlo. Un nivel de 240 mg/dl o más de colesterol se considera elevado y es necesario tomar medidas para reducirlo. Algunas maneras de reducir el nivel de colesterol son cambiar la alimentación, iniciar un programa de ejercicio físico y tomar medicamentos reductores del colesterol.
El país del colesterol elevado
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), unos 100 millones de adultos estadounidenses —aproximadamente la mitad de los adultos en los Estados Unidos— tienen niveles de colesterol de 200 mg/dl o más. De esas personas, alrededor de 38 millones tienen niveles de colesterol de 240 mg/dl o más. Los niveles son generalmente más elevados en mujeres menstruantes porque la hormona estrógeno aumenta los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), el «colesterol bueno».
El riesgo de colesterol elevado, o hipercolesterolemia, suele aumentar con la edad, y el trastorno es más común en las mujeres que en los hombres. La obesidad de cualquier tipo, la falta de actividad física y la diabetes son otros factores de riesgo importantes.
El bueno, el malo, el total
La sangre lleva el colesterol a las células en partículas transportadoras especiales denominadas «lipoproteínas». Dos de las lipoproteínas más importantes son la lipoproteína de baja densidad (LDL) y la lipoproteína de alta densidad (HDL). Los médicos evalúan la relación entre el LDL, el HDL y unas grasas denominadas «triglicéridos», y la relación entre éstos y el colesterol total.
Lipoproteína de baja densidad
Las partículas de LDL transportan el colesterol a las células. El colesterol LDL a menudo se denomina «colesterol malo» porque se cree que los niveles elevados de esta sustancia contribuyen a la enfermedad cardiovascular. Un exceso de LDL en la sangre da lugar a una acumulación de grasa (denominada «placa») en las paredes de las arterias, la cual inicia el proceso de la enfermedad aterosclerótica. Cuando se acumula placa en las arterias coronarias que riegan el corazón, aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Los niveles de LDL pueden ser elevados en personas cuya alimentación tiene un alto contenido de grasa saturada, colesterol o ambas cosas. A veces una glándula tiroides hipoactiva (lo que se denomina «hipotiroidismo») también puede elevar los niveles de LDL.
Lipoproteína de alta densidad
Las partículas de HDL transportan el colesterol de las células nuevamente al hígado, donde puede ser eliminado del organismo. El colesterol HDL se denomina «colesterol bueno» porque se cree que los niveles elevados de esta sustancia reducen el riesgo cardiovascular. Las personas con niveles bajos de HDL tienen un mayor riesgo cardiovascular, incluso si su colesterol total es inferior a 200 mg/dl. Los niveles bajos de HDL a menudo son una consecuencia de la inactividad física, la obesidad o el hábito de fumar. También es común que las personas que padecen de diabetes tipo 2 tengan niveles bajos de colesterol HDL. Los hombres, en general, tienen niveles más bajos de colesterol HDL que las mujeres, porque la hormona femenina estrógeno aumenta el HDL. Pero cuando las mujeres dejan de menstruar, sus niveles de HDL pueden disminuir.
Triglicéridos
Los triglicéridos son grasas que suministran energía a los músculos. Al igual que el colesterol, son transportados a las células del organismo por las lipoproteínas de la sangre. Una alimentación alta en grasas saturadas o hidratos de carbono puede elevar los niveles de triglicéridos. Se cree que los niveles elevados aumentan el riesgo cardiovascular, pero no todos los científicos concuerdan en que los niveles elevados de triglicéridos, independientemente de otros factores, constituyen un factor de riesgo cardiovascular. Las personas con niveles elevados de triglicéridos a menudo son obesas o tienen niveles bajos de colesterol HDL, presión arterial alta o diabetes, todos ellos factores de riesgo cardiovascular. Los niveles muy elevados de triglicéridos (más de 1000 mg/dl) pueden producir dolor abdominal y una enfermedad potencialmente mortal del páncreas denominada «pancreatitis».
Colesterol total
El colesterol total en sangre es la suma del colesterol transportado en las partículas de LDL, HDL y otras lipoproteínas. Todos los adultos mayores de 20 años de edad deben realizarse un perfil lipoproteico completo cada 5 años. Es necesario ayunar durante las 10 a 12 horas anteriores al análisis y, durante ese espacio de tiempo, el único líquido permitido es el agua. Este perfil completo permite determinar los niveles de colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos. El LDL es el lípido más importante para predecir el riesgo cardiovascular.
Si se miden los niveles de colesterol a partir de una muestra de sangre no tomada en ayunas, es decir, habiendo el paciente comido dentro de las 10 a 12 horas anteriores al análisis, sólo será posible calcular el colesterol total y el HDL. Si los resultados indican un colesterol total elevado o un colesterol HDL bajo, o si el paciente tiene otros factores de riesgo cardiovascular, el médico posiblemente pida un perfil lipoproteico completo.
De esta manera, los médicos pueden evaluar los resultados del perfil lipoproteico completo y los otros factores de riesgo cardiovascular del paciente, y usar un instrumento de evaluación de riesgos para predecir mejor las probabilidades de padecer un ataque al corazón dentro de 10 años.
Información en inglés en otros sitios Web:
Herramienta de evaluación de riesgos para calcular el riesgo de sufrir un ataque cardíaco dentro de 10 años
http://hin.nhlbi.nih.gov/atpiii/calculator.asp
Además, la relación entre el colesterol total y el colesterol HDL suministra más información sobre el riesgo cardiovascular que la cifra de colesterol total por sí sola. La relación se calcula dividiendo la cifra de colesterol total por la cifra de colesterol HDL. Un resultado superior a 5 indica un mayor riesgo en personas que no sufren de enfermedades del corazón. Las personas que sufren de enfermedades del corazón no deben tener un resultado superior a 4.
Niveles de colesterol y triglicéridos * (mg/dl)
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Colesterol total
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Menos de 200
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Deseable
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200-239
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Limítrofe
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240 o más
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Alto
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Colesterol LDL
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Menos de 100
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Óptimo
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100-129
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Casi óptimo/ superior al óptimo
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130-159
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Limítrofe
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160-189
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Alto
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190 o más
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Muy alto
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Colesterol HDL
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Más de 40
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Deseable
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Triglicéridos
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Menos de 150
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Normal
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150-199
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Limítrofe
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200-499
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Alto
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500 o más
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Muy alto
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* En adultos sin antecedentes conocidos de enfermedad coronaria.
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Fuente: Adaptado de la publicación National Cholesterol Education Program of the National Institutes of Health, Third Report of the Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III).
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Análisis de colesterol
Conviene que el análisis de colesterol lo realice personal médico capacitado .
Antes de realizarse el análisis de colesterol, mantenga su peso habitual y no altere ni su actividad física ni su alimentación acostumbrada, salvo durante las 10 a 12 horas anteriores a la realización del perfil lipoproteico completo, en las que no debe comer ni beber nada más que agua. Si está acatarrado o engripado o ha cambiado recientemente algún medicamento, es posible que deba realizarse el análisis otro día. Además, el médico podría pedirle que no consuma bebidas alcohólicas durante varios días antes del análisis, especialmente para poder obtener una lectura correcta de los niveles de triglicéridos.
Cómo mejorar los niveles de lípidos
Para reducir los niveles de colesterol LDL, es esencial una alimentación baja en grasas saturadas y colesterol. Se recomienda una alimentación con un contenido graso (principalmente grasas insaturadas) de entre un 25 a un 35 por ciento de las calorías totales y un consumo de grasa saturada inferior al 7 por ciento de las calorías totales.
Otros cambios en el estilo de vida esenciales para reducir los niveles de LDL son el aumento del nivel de actividad física, el control del peso y el consumo de alimentos ricos en fibra. Los alimentos que contienen estanoles y esteroles vegetales también pueden contribuir a reducir el LDL. Algunas margarinas especiales que se venden en los supermercados contienen estanoles y esteroles vegetales. Para algunas personas podría ser útil consultar a un dietista, quien puede ayudarlas a establecer un régimen alimenticio adecuado.
Los cambios en el estilo de vida esenciales para aumentar un nivel bajo de colesterol HDL son adelgazar (en caso de sobrepeso), dejar de fumar y aumentar el nivel de actividad física.
Las personas con niveles elevados de triglicéridos deben controlar su peso corporal, limitar su consumo de bebidas alcohólicas, llevar una alimentación baja en grasas saturadas y reducir su consumo de hidratos de carbono (o azúcares) simples, porque el hígado transforma en triglicéridos el exceso de calorías de hidratos de carbono.
Hay varios medicamentos muy eficaces y seguros para reducir los niveles de colesterol LDL. Los medicamentos reductores del colesterol denominados estatinas han demostrado reducir el riesgo de padecer un ataque cardíaco o cerebral y la necesidad de realizar un bypass coronario o una angioplastia. Es muy importante continuar con los cambios que se hayan implementado en el estilo de vida, incluso si el médico receta un medicamento reductor del colesterol. Aunque los reductores del colesterol pueden reducir el colesterol total, no protegen contra otros factores de riesgo cardiovascular, tales como la obesidad y la inactividad física.
Reducir el nivel de colesterol no brinda protección total contra las enfermedades del corazón, pero los médicos concuerdan en que es una de las maneras más importantes de reducir el riesgo.