Medicamentos veterinarios
Del mismo modo que existen medicamentos para uso humano, en la oficina de farmacia también se preparan medicamentos para uso animal.
Las especies animales necesitan una dosificación diversificada, consecuencia de sus distintos pesos y tamaños, incluso porque el propio funcionamiento fisiológico es diferente en cada especie. No es lo mismo un canario que un perro, ni un conejo que una vaca. Es evidente que sus desiguales sistemas digestivos, al igual que los respiratorios, tienen particularidades que son las responsables de estas diferentes respuestas a los regímenes terapéuticos.
Por tanto, en cuanto a la acción medicamentosa de los fármacos, no pueden hacerse extrapolaciones de un grupo a otro de animales.
2. Sensibilidad especial a la medicación
Como consecuencia de lo dicho, algunas especies animales responden más que otras a un mismo medicamento, presentando en algunos casos una especial sensibilidad.
Igualmente, la edad es un factor importante: los cachorros, por la inmadurez de algunos de sus sistemas, pueden ser más sensibles a unos medicamentos y menos a otros que los adultos de su misma especie.
En los animales ya viejos existe una disminución de su metabolismo y todos los procesos se llevan a cabo con más lentitud, por lo que su capacidad de respuesta a los medicamentos también se ve modificada.
Asimismo, hay especies que se estresan con mayor facilidad y, por tanto, deben manipularse lo menos posible.
3. Administración del medicamento
Dotar el medicamento de la forma adecuada para su administración evitará que los animales rechacen el tratamiento.
Al igual que se hace con los medicamentos de uso humano, se intenta simplificar la posología, de manera que el tratamiento resulte lo más fácil posible de aplicar, y se reduzcan los riesgos para las personas que han de hacer las manipulaciones de administración.
En perros, gatos o cerdos, la digestión y la absorción tienen lugar de una manera similar a como se desarrollan en el hombre, y las formas de dosificación orales son muy similares. Un procedimiento muy utilizado es la administración de medicamentos en forma de soluciones y polvos para incorporar al agua de bebida.
En cualquier caso, la solubilidad del producto y el que el animal tenga acceso o no a otras fuentes de agua condicionará su uso.
De igual manera, nos encontramos con otras formas de preparación como son las tópicas, las inyectables e incluso, en menor medida, algunas formulaciones como colirios.
4. Sistema de farmacovigilancia
Los medicamentos, cuando se utilizan en animales productores de alimentos, pueden llegar a los consumidores a través de la cadena alimenticia. Con el objetivo de garantizar la seguridad de los alimentos, se fijan los criterios para establecer los niveles sin efecto nocivo para el hombre para cada sustancia, así como los límites máximos de residuos. Se establece, por tanto, el denominado tiempo de espera.
En los medicamentos de uso animal también se mantiene un sistema de farmacovigilancia, es decir, de seguimiento de los efectos no deseados, o de otros problemas relacionados con ellos y que precisen de la intervención de las autoridades sanitarias para asegurar su bondad y eficacia.
5. Recuerde
Existen multitud de factores que provocan una respuesta diferente a los medicamentos en distintas especies y razas.
Hacer una extrapolación de las dosis de una especie a otra puede ser causa de ineficacia de tratamiento, o por el contrario provocar una toxicidad no deseada.
Para los animales se usan las mismas vías de administración que en medicina humana, aunque, dada su constitución, a veces alguna de ellas puede resultar enormemente dificultosa.